Radiofrecuencia Facial
Tratamiento de Radiofrecuencia Facial

La radiofrecuencia facial consiste en aplicar ondas electromagnéticas de alta frecuencia sobre el rostro, que llegan hasta las capas más profundas de la piel. Se trata de una técnica que “sanea” la dermis desde dentro hacia fuera, estimulando la producción de colágeno y mejorando mucho su aspecto.
El tratamiento de radiofrecuencia facial está dirigido a rejuvenecer el rostro, cuello y escote y se utiliza de forma general para tratar la frente -levanta las cejas y tensa la piel-; la zona debajo de los ojos -engrosa la piel y levanta la mejilla superior; las mejillas -disminuye los poros dilatados-; la línea de la mandíbula -disminuye la flacidez-, y el cuello -tensa la piel y disminuye las arrugas-. Produce un efecto similar al lifting, pero sin cirugía.
Es una técnica no invasiva e indolora, tanto durante el tratamiento como después, que no requiere hospitalización. La radiofrecuencia facial sirve también como procedimiento complementario para potenciar el efecto de otros tratamientos médico estéticos faciales.

Resultados
En función del caso

Anestesia
No es necesaria

Recuperación
Inmediata

Duración
45 – 60 minutos
¿Cómo se realiza?
En la zona a tratar se aplica un gel conductor de las ondas electromagnéticas y se masajea con el aparato de radiofrecuencia. El profesional médico empleará el programa o nivel más indicado en función del área que se va a trabajar.
La aplicación de la corriente alterna estimula la producción de colágeno propio mediante la elevación de la temperatura de la dermis, que da tensión al tejido, lo que disminuye la flacidez y rejuvenece el área tratada.
No es necesario emplear anestesia. Durante la sesión, que dura aproximadamente 30 – 40 minutos, se siente una agradable sensación de calor que acompaña al masaje. Una vez finalizada el paciente puede retomar su actividad diaria habitual de forma inmediata.
Para quién está indicada la radiofrecuencia facial
La radiofrecuencia facial es adecuada en pacientes, hombres y mujeres, con flacidez leve o moderada en los tejidos faciales que buscan tener un aspecto más joven de manera rápida y sin pasar por el quirófano, o incluso para aquellos que simplemente desean mejorar su acné.
Está especialmente indicado a partir de los 30 años, aunque es apto para cualquier persona sana a excepción de mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, en cuyo caso no se recomienda, ni si existen patologías cutáneas como dermatitis o psoriasis.
Beneficios del tratamiento
La radiofrecuencia facial ofrece muchas ventajas para:
- Disminuir la flacidez del rostro y el cuello, consiguiendo un efecto tensor de la piel
- Mejorar la definición del óvalo facial
- Ayudar a eliminar las arrugas y marcas de expresión
- Mejorar las cicatrices
- Reducir la grasa eliminando el acné
- Aumentar la hidratación y la luminosidad
Resultados de la radiofrecuencia facial
Uno de los grandes puntos a favor de la radiofrecuencia facial es que los resultados se pueden apreciar inmediatamente después del tratamiento. Produce un efecto flash desde la primera sesión. Pasados varios días se mantiene el efecto ya que es cuando el colágeno logra una mayor activación.
Además, aunque variará en función de cada paciente por su genética, al tratarse de una técnica progresiva, los efectos se suman con el paso de las sesiones.
¿Tiene efectos secundarios?
Dado que hablamos de un tratamiento estético no invasivo e indoloro los efectos secundarios son mínimos. Algunos pacientes notan una sensación de calor después de la sesión y, aunque no es frecuente, en algunos casos se da una pequeña inflamación de la zona, que desaparece pasadas 24-48 horas.
Tratamiento de radiofrecuencia facial en Torrejón
La radiofrecuencia facial es una técnica totalmente segura siempre que se realice por un profesional. En nuestro centro de medicina estética en Torrejón hemos incorporado la plataforma tecnológica Imperium 400 con la tecnología más completa y avanzada del mercado para los tratamientos faciales, aplicados por nuestros expertos.
Empleamos la radiofrecuencia facial para la estimulación fibroblástica mediante el calentamiento de la dermis, lo que consigue una mejora notable en la textura de las capas de la piel, así como un efecto tensor a largo plazo debido a la síntesis y acumulación de nuevas fibras de colágeno.